Etiquetas

, , , , , , ,

Estamos en un momento realmente curioso con respecto a la banca española. Quién nos iba a decir hace 4 o 5 años que la mayoría de los totems bancarios de nuestro país comenzaban una carrera de apresuradas fusiones y compras para que no les viéramos las vergüenzas. El resultado a día de hoy, es que nadie sabe como se llama realmente su banco o caja de toda la vida. Salvo unos muy pocos bancos de solvencia reconocida, el resto se apresuran a juntarse de cualquier manera para intentar sobrevivir.

En esta carrera de fusiones y adquisiciones, la mayoría han tirado la toalla de trabajarse el branding. Es lógico, ¿para qué van a cambiar los carteles de las sucursales si a los cuatro días les volverán a fusionar y les cambiarán de nuevo la marca?

El caso de Bankia es el extremo: su delicada salud financiera ha hecho que pasen olímpicamente de su marca. Todas las oficinas de CajaMadrid o de BanCaja siguen luciendo sus brandings originales. Como ya comenté en este post, hay otro punto a favor de no cambiar la marca: Bankia está tan mal valorada que lo mejor que pueden hacer los directores de oficina es no cambiar sus antiguos rótulos. Seguro que hay mucho despistado que aún no se ha enterado que además de CajaMadrid y BanCaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia también son Bankia.

Pero hay un caso que me ha llamado la atención, EVO, la nueva marca bajo la que opera NCG Banco, resultado de la fusión de NovaCaixa y Caixa Galicia. Tal y como nos cuentan en este post, EVO no es técnicamente un banco puesto que no está inscrito en el Registro de Entidades Financieras del Banco de España. Digamos que sólo es una marca comercial para lavar la cara de NCG, quebrado e intervenido, con un agujero muy complicado en sus balances. Independientemente de lo anterior, reconozco que la marca «EVO» me parece distinta y original en el panorama bancario español. Al menos han contratado a un buen equipo de publicistas.

Con una situación financiera tan difícil, los señores de EVO han echado mano de soluciones de «recorto-y-pego» muy low-cost, acorde a los tiempos que vivimos y han camuflado la imagen de sus antiguas sucursales a base de pegatinas. ¿No te lo crees?

Esta es la imagen de la antigua sucursal de Caixa Galicia, extraída del Google Street View.

Esta es la nueva imagen camuflada con la marca EVO.

… y atención a los detalles: todo son pegatinas bastante poco finas.

Finalmente, ésta es la imagen que EVO luce en su oficina central en el barrio de Salamanca en Madrid. Esto es otra cosa ¿verdad?

Para replicar este diseño en todas sus oficinas, EVO no tenía dinero. Quién nos iba a decir que la poderosa y omnipresente banca española tenía que recurrir a estas chapucillas. Sin duda, la crisis nos toca a todos, o ¿quizás sus directivos han saqueado las cuentas y no han dejado más que para tijeras y pegatinas? Como dijo Cayo Lara, «España necesita ver algún banquero en la cárcel».