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bipartidismo, derechas, Huelga General, izquierdas, patronal, sindicatos
Se supone que en el día de hoy los españoles tenemos que salir a la calle y hacer Huelga General en contra de las políticas de nuestro Gobierno, pero a mi me invaden un montón de dudas que me gustaría compartir a continuación.
Hace 4 años que monté mi propia empresa pero no me considero empresario, ni tampoco empleado. Más bien me considero un profesional independiente que tiene la fortuna de poder decidir sobre su destino laboral. Y por suerte (como en mi caso, que lo he elegido libremente) o por desgracia (los miles de profesionales que se inician por su cuenta obligados por las circunstancias), la realidad es que somos un colectivo cada día mayor.
Por eso, la pregunta que me surge en un día como hoy es ¿quién se supone que me representa en este «diálogo social» si no soy empleado ni soy empresario?.
La llamada «Patronal» (la CEOE) obviamente no me representa, puesto que defiende intereses de los empresarios de verdad, los que están al frente de las grandes corporaciones de este país, que por cierto, tampoco son tantas. Sólo con pensar que Gerardo Díaz Ferrán estuvo al frente de este organismo durante 3 años me da una idea del tipo de asociación que es y de los intereses que representa.
Por otra parte, tampoco me identifico con los sindicatos mayoritarios españoles. Para empezar no consigo entender que los sindicatos vayan a defender a ningún trabajador cuando sus gastos no los pagan sus afiliados sino el Gobierno contra el que se supone que protestan. ¿Lucharías tú contra la mano que te da de comer?
Parece que nuestra sociedad tiende a llevarnos a dos extremos, a dos únicas opciones, al bipartidismo, pero al mismo tiempo vivimos un momento en el que los ideales valen muy poco, casi nada. ¿Qué sentido tiene hoy en día, en 2012, decir que eres «de izquierdas» o «de derechas«? Francamente, creo que ninguno. Los únicos temas que diferencian a los dos grandes partidos (PP y PSOE) son colaterales: la relación con la Iglesia, los matrimonios homosexuales, la aproximación al aborto,… pero el resto de sus políticas son exactamente iguales.
De hecho, nuestro presidente Rajoy reconoció en su famoso discurso del pasado 11 de Julio que «los españoles no podemos elegir, no tenemos esa libertad». Por tanto, ¿de qué me sirve un gobierno de un color u otro, si sus políticas las dictaminan los acreedores?, digo más, ¿qué sentido tiene que votemos?.
Mi opinión es que estamos ante el fin de los «ismos«: los sindicalismos, los izquierdismos, los derechismos. Tengo la sensación de que cualquier opción que elija me va a aportar lo mismo: NADA.
Dicho esto, ¿qué hacemos para salir adelante? Hace unos días estuve en el programa de radio de Sergio Fernández donde habló de actitud emprendedora, pero no sólo del hecho de montar una SL, sino del hecho de adoptar una actitud proactiva en la vida. De hecho, Sergio decía «una sociedad emprendedora es una sociedad libre, una sociedad de personas que no se dejan doblegar, que no toleran que les ninguneen, que tienen sueños y que van a por ellos«. No puedo estar más de acuerdo con estas afirmaciones e insisto en que no se trata de que todos montemos nuestra propia empresa. Es mucho más que eso.
Por eso, mi actitud en un día como hoy es la de reafirmarme en mi libertad profesional, en seguir buscando mi independencia financiera, en no perder la autocrítica, en ilusionarme con nuevos retos profesionales y personales, en pasar a la acción, en no caer en victimismos ni en actitudes cloroformizadas, en seguir creciendo como persona, en ayudar a otros a que conozcan este camino y apoyarles en sus decisiones y en definitiva, en pasar olímpicamente de politicuchos y sindicalistas, para pasar a construir mi propio camino.
El que espere que el Gobierno, el sindicato o la patronal le va a resolver sus problemas, perderá un tiempo precioso esperando.
Comparto el artículo en su totalidad, como nuevo emprendedor y como persona distante del Gobierno, sindicatos y patronal.
Gracias Pablo! :-)
Muy buen artículo. Estoy de acuerdo al 97,32%
El hastío que produce la clase política y los sindicatos es enorme, y creo que ya están casi a la par.
Saludos,
Raúl.
Gracias por tu comentario, Raul!
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