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gente y overdrive

Hace unos días acudí al evento #DigitalWe en ESADE-Madrid donde entre otros ponentes, Rodolfo Carpintier nos habló de las características de las empresas exitosas del Siglo XXI. Rodolfo repasó algunas de las ideas que recoge en su libro «Internet puede salvar tu empresa o hundirla» publicado recientemente. Nos habló de pensamiento global, de canalizar la diversidad, de conocer a fondo a nuestros clientes, de redefinir a nuestra competencia, de conceptos como «las redes potentes» o los «contingentes de autoservicio« pero me quedo con estas ideas suyas, especialmente llamativas:

La gente joven es la más indicada para iniciar proyectos disruptivos porque no saben que son imposibles. Lo curioso es que alguna vez lo consiguen y rompen el mercado.

En las empresas del siglo XX sobra gente y acumulamos más de 6 millones de parados. En las empresas del siglo XXI no sólo no hay paro, sino que existe una gran demanda de profesionales cualificados.

La crisis ya pasó. Lo que tenemos ahora ya no es crisis, es el nuevo statu quo en el que viviremos muchos años. Las empresas del siglo XXI se preparan o ya se han preparado para adecuarse a esta situación. Las empresas del siglo XX simplemente esperan.

Unos días después del evento en ESADE, leí esta entrevista de Julio Anguita donde el titular lo dice todo: «los partidos y los sindicatos han agotado un ciclo«. De nuevo estamos ante el mismo dilema. Nuestras instituciones siguen operando bajo reglas del siglo XX (incluso del XIX). Los partidos políticos y los sindicatos son dos claros ejemplos de ello. En medio de su crisis existencial, las batallas internas y los reinos de taifas no hacen más que airear vergüenzas, podredumbres y corruptelas de adversarios y oponentes. La corrupción es un síntoma más de la tremenda necesidad de renovación que necesitan nuestras instituciones.