El pasado lunes asistí a la presentación en Madrid del último libro de Daniel Lacalle, “La madre de todas las batallas”, que nos pone al día sobre las luchas de poder entorno a la generación y distribución energética a nivel global.

Daniel es un conocido economista, profesor en la LSE y contertulio de televisión un tanto polémico. Su perfil abiertamente liberal escandaliza a muchos en estos «tiempos de adoración de la subvención» (como el mismo dice). Aunque no comparto sus ideas al completo, tenía curiosidad por verle en directo y me acerqué a su presentación que compartía con Diego Parrila (colaborador en el libro) y Roger Domingo (editor de Planeta).

Quizás la idea que más me gustó es cómo Daniel describió la batalla actual en el ámbito del petróleo: hay una guerra en la oferta (los tradicionales países árabes contra los países que han ido descubriendo nuevos yacimientos en la última década) pero también hay una guerra en la demanda: los países importadores de energía han visto como podían cubrir su déficit energético con otras cosas: renovables, gas,… La tecnología ha permitido que los distintos tipos de energía se usen para todo (como los coches eléctricos, un sector tradicionalmente dependiente del petróleo) y la eficiencia ha compensado la necesidad creciente de energía en todo el mundo. Es una guerra de todos contra todos.

Comentaba Daniel que los países importadores buscan principalmente estabilidad en el suministro y un buen precio. Hoy en día hay múltiples opciones para comprar dentro del ancho de banda energético. Por tanto, sólo los mejores serán líderes en generación. Si rompes el mercado como tradicionalmente hacía la OPEP, habrá otros que lo harán mejor. En ese sentido, el monopolio de la energía es cada vez menos monopolio.

También fueron interesantes los comentarios sobre el futuro energético con la posibilidad de que entre un nuevo jugador: el metano helado o el hielo inflamable. Científicos de todo el mundo están viendo como utilizar este material que es abundante y fácil de encontrar. Obtendríamos así una nueva forma de energía a competir con las actuales. Japón es uno de los países más comprometidos con la investigación alrededor del metano helado ya que tiene un gran déficit energético y abundantes reservas de este combustible bajo sus aguas.

Finalmente me gustó mucho la respuesta a la pregunta: si el petróleo ha reducido su precio a la mitad, ¿por qué seguimos pagando tan cara la gasolina? Casualmente he encontrado este post en su blog donde lo explica con todo detalle.

Tras la presentación tuvimos sorpresa al salir a la calle: un voluntario del Partido de la Libertad Individual repartía octavillas con proclamas anti-Estado: “a cada niño al nacer le tocan 21.659,16€ de la deuda pública”. No se me ocurre un sitio mejor para hacer campaña.