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El pasado jueves 14 de Junio estuve en la conferencia de Pablo y Javier Iglesias, directores de Belio Magazine, titulada «Cómo hacer de tus sueños una profesión y no morir en el intento«, que tuvo lugar en la ESDIP (Escuela Superior de Dibujo Profesional).

A modo de disclaimer, tengo que decir que Pablo y Javier son dos grandísimos amigos, a los que admiro tanto en lo profesional como en lo personal y he tenido la suerte de vivir junto a ellos la evolución de su empresa desde el ya lejano 1999 cuando empezaron en el difícil mundo editorial.

Dicho esto, la conferencia empezó repasando lo que había sido su experiencia desde niños y su cercanía con las artes, pasando por su etapa como estudiantes de diseño y finalmente los 13 años de historia de su empresa Belio Magazine. Compartieron con la audiencia (principalmente alumnos de arte y algunos invitados como yo) cantidad de anécdotas y grandísimas lecciones aprendidas en muchos casos a base de errores que no les importaba reconocer. Como no podía ser de otra manera, el ADN de Belio lo forma la cultura del error y del DIY (Do It Yourself).

En la segunda parte, compartieron una serie de consejos que considero de gran valía para los alumnos de arte, pero que al mismo tiempo pueden ser perfectamente exportables a cualquier alumno universitario o incluso a emprendedores que se inician en una aventura empresarial.

Este es el decálogo extraído de las enseñanzas de Pablo y Javier:

1.- Trabajo, trabajo y trabajo: el éxito y el reconocimiento profesional sólo llega después de mucho trabajar. Lo de «llegar y besar el santo» ya no aplica en el S. XXI

2.- Empieza cuanto antes: parece que está de moda el hacer masters, mba´s, estancias en USA y un millón de cursos con los que te plantas en la treintena sin haber empezado a trabajar. No esperes! Si tienes una idea, lánzate a por ella. Cuanto más joven, mejor!

3.- Piensa en global: la globalización tiene sus cosas malas, pero también algunas buenas. Piensa en el mundo en su conjunto como tu mercado potencial. Y nos guste o no, el inglés es el idioma global. Un alto nivel de inglés no es un plus, es un mínimo indispensable.

4.- No descuides tu presencia online: el CV pasó a la historia. Lo que muestres al mundo cuando alguien teclee tu nombre en Google es lo que forma tu marca personal. El resto no cuenta.

5.- Sé honesto: la honestidad es un valor al alza en estos tiempos de falsa cultura del pelotazo. Deja las puertas de atrás para otros. En el largo plazo saldrás ganando.

6.- Crea tu propio camino: es bueno tener modelos en los que fijarse pero no se puede vivir de envidias. Fija unos objetivos y crea tu forma propia de hacer las cosas

7.- ¡Disciplina!: parece que es propio de artistas y freelances el llevar una vida loca, durmiendo por el día y trabajando de subidón por la noche. Hay que tener una disciplina de horarios y recuerda que aunque tú trabajes mejor por la noche, tus clientes te llamarán en horario comercial.

8.- No perder el foco: plantea objetivos de medio plazo y avanza con paso firme hacia ellos. Dicho de otra forma y recurriendo al refranero: «el que mucho abarca, poco aprieta».

9.- ¡Flexibilidad!: al hilo de lo anterior, enfocarse en unos objetivos no quiere decir que no tengamos que tener una cierta cintura para adecuarnos al cambio y da por seguro que las cosas cambian!

10.- ¡Apostar a tope!: En el ámbito artístico profesional, pero también en la emprendeduría, no hay medias tintas. Si decides apostar por ello, debes entregarte en cuerpo y alma para poder avanzar. El camino es difícil pero no imposible.

Y finalmente añado un último consejo de mi cosecha: ¡Nunca olvidar quién es tu cliente!. Los artistas tienden a olvidar que lo que hacen debe tener un fin que en muchos casos será comercial. Si hay alguien que paga por tu trabajo, siempre estará en su perfecto derecho de opinar sobre él. Conjugar personalidad y vocación comercial será la clave para en muchos casos, salir adelante exitoso.