Etiquetas

, , , , , , , , ,

Conocí a Salva López de casualidad en Twitter. Él acababa de publicar «Rockvolución empresarial» y yo estaba enfrascado acabando «Todos somos vendedores«. Nos intercambiamos varios tweets primero y unos mails después. Creo que nos caímos bien y finalmente nos conocimos en persona en el Foro Con tu Negocio de Movistar del pasado mes de marzo, donde tuve el placer de verle «en directo». Si no has visto nunca una conferencia de Salva, te recomiendo el vídeo de la que yo asistí.

Salva es un crack del marketing y también de la música rock (bueno, realmente de toda la música en general), una mezcla que a priori puede sonar extravagante pero que es mucho más cercana de lo que parece tal y como nos lo cuenta en su libro «Rockvolución empresarial». Por mi parte, como aficionado a la música y ex-rockero, me encantó la propuesta de Salva y devoré su libro en un par de sentadas.

A modo de resumen, os dejo a continuación algunas ideas muy interesantes del libro de Salva, hablando de lecciones que el rock puede dar al mundo de la empresa:

El poder del equipo: un grupo de rock es un equipo de alto rendimiento donde en muchas ocasiones el equipo suma más que lo que aporta cada individuo a título personal. Por ejemplo, U2 está formado por 4 músicos que individualmente no son excepcionales, pero en conjunto son capaces de regalarnos algunas de las mejores canciones de la historia del rock. En la empresa, los señores de RRHH deben ser capaces de descubrir a esas personas con talento para el trabajo en equipo, porque sin duda el rock nos enseña que la unión hace la fuerza.

Los fans: un grupo de música como empresa que es, no tiene clientes, tiene fans. Las diferencias entre un fan y un cliente son múltiples, pero me quedo con una: un fan viene a ti voluntariamente y a un cliente le tienes que atraer. Además los fans son capaces de generar más fans. Algunas empresas han sido capaces de generar el concepto de fan alrededor de sus productos. ¿No te parece que Apple tiene más fans que clientes?

Liderazgo: Si hablamos de bandas de rock, es inevitable hablar del concepto de liderazgo. Salva repasa algunas historias de bandas muy conocidas y sus diferentes líderes como The Police y Sting, Pink Floyd y Roger Waters o Genesis y Peter Gabriel, para comprender diferentes modelos de liderazgo que bien podemos aplicar a nuestra organización

Creatividad: aunque el ser humano es creativo por naturaleza, los músicos saben mejor que nadie cultivar y potenciar la creatividad. Pocos equipos humanos son capaces de ser más creativos que un grupo de jazz en directo, improvisando y creando sobre una melodía base. No paremos los pies a las personas de nuestro equipo que destacan por ser diferentes o por hacer las cosas de otro modo.

Innovación: Los músicos son personas especialmente innovadoras. Ninguna banda de rock ha mantenido su éxito con los años repitiéndose a si misma. Sin quieren seguir en el candelero, tienen que reinventarse e innovar. Artistas como Madonna o David Bowie son expertos en reinventarse. Las empresas deben hacer lo mismo para mantener a sus clientes, porque nada dura para siempre.

No aceptar los límites: ¿quién dijo que no se podía mezclar un pasaje operístico dentro de una canción de rock? Freddie Mercury y los Queen lo hicieron en Bohemian Rhapsody. No nos encajonemos voluntariamente en ideas preconcebidas. Miremos más allá.

Adopción de nuevas tecnologías: los músicos también destacan por adoptar las últimas innovaciones tecnológicas en el ámbito del sonido o el vídeo y trasladarlas de inmediato a sus espectáculos en vivo o a sus grabaciones en estudio. ¿Por qué a veces nos cuesta tanto implementar soluciones tecnológicas novedosas en nuestra organización?

Teletrabajo: hasta en un concepto típico de las empresas, los músicos pueden darnos lecciones. Antes de que en las empresas manejásemos el concepto «Teletrabajo», ya había bandas de rock cuyos miembros vivían en diferentes ciudades y usaban diversas técnicas para pasarse grabaciones, ensayar o preparar un concierto. Por ejemplo, en 1980 los Eagles grabaron su último disco sin que sus músicos coincidieran en el estudio.

Sólo hay una cosa que no le perdono a Salva y es que no hable en su libro de mi artista favorito: Trent Reznor y su banda Nine Inch Nails. Sin duda Trent encarna en su persona la mayoría de los valores que comenta Salva, así que ya lo sabes, si hay Rockvolución Empresarial vol.2, tienes que hablar de Trent Reznor!

Acabo como lo hace Salva en su libro: ¡Larga vida al Rock´n´Roll!