Hace unos días volvía por la autopista A4 hacia Madrid y como iba con un poco de tiempo entré a ver el Residencial Francisco Hernando, más conocido como el «Manhattan de Seseña» o la «Macrourbanización de Paco el Pocero«. Desde la carretera, aproximadamente el kilómetro 32 de la A4, impresiona ver la línea de edificios de unas 8 plantas que se levantan en medio de la nada, un paraje bastante desnudo y desértico que queda lejos de todo. No pude resistir un cierto «morbo arquitectónico» así que decidí internarme.
No sé como será el acceso desde el pueblo de Seseña situado a unos 5km, pero desde la A4 es realmente complejo: tienes que entrar por un polígono industrial que desemboca en una calle culminada con una rotonda donde luce una gran escultura con el nombre de la urbanización. Está claro que los accesos se dejaron para más adelante.
Tras sortear la rotonda, el ambiente es desolador: apenas un par de personas paseando por las calles. Casi no hay tiendas, a excepción de alguna inmobiliaria, una ferretería, un par de bares y los habituales ultramarinos chinos. Parece una película tremendista sobre el fin de la raza humana. La urbanización es mucho más grande de lo que aparenta desde la carretera y se suceden edificios y edificios de unas 8 plantas con cientos de viviendas en su mayoría vacías.
Según leo en la Wikipedia, Paco el Pocero planteaba construir 13.000 viviendas, una de las mayores obras privadas de la historia de España, aunque finalmente sólo se llegaron a construir unas 5000, de las cuales 2000 se las han quedado los bancos en cobro por sus créditos impagados.
Supongo que por pura estrategia comercial, han seguido vendiendo casas en las parcelas que ya están abiertas y han dejado bloques enteros cerrados. Los gastos de comunidad para mantener abierto un edificio de estas dimensiones donde sólo has vendido unas pocas viviendas deben ser enormes y por eso mantienen numerosos edificios completamente cerrados. Algunos otros edificios lucen grandes carteles con publicidad de los bancos (o sus inmobiliarias) que se han ido quedando con las viviendas.
En su conjunto, este residencial es un claro ejemplo de cuán implacable puede ser la ley de la oferta y la demanda. Puedo creer que en la época de vacas gordas, hasta 2007, la promesa de una vivienda nueva, grande y con comodidades burguesas como una piscina o una pista de padel, situada a poco más de 30km de Madrid, por un precio ajustado, pudiera seducir a un buen número de clientes. Quizás en ese tiempo hubo una cierta demanda y había menos porcentaje de edificios terminados (oferta menor). El equilibrio de ambos factores mantenía los precios.
Pero a día de hoy, intentar vender esas casas vacías es una auténtica misión imposible. Si además añadimos que hay cientos, incluso miles de ellas (mucha oferta, poca demanda), el resultado es claro:
- Opción 1: tirar los precios con descuentos realmente agresivos.
- Opción 2: cerrar edificios enteros, mantener su valor aunque sea ficticio en los balances (si!, esos «activos tóxicos» de los que tanto se habla) y esperar a que amaine.
La primera opción es la que tienen que elegir los que no tienen pulmón financiero, o sea, las inmobiliarias y quizás algunos particulares. La segunda, sin duda, es la elección de los que pueden aguantar: los bancos. Y si no aguantan, les daremos dinero del contribuyente.
Mientras los bancos se comían sus pisos y los compradores se desesperaban porque aquella urbanización no es lo que les prometieron, el pocero ha tenido que vender sus yates, sus jets y su colección de coches de lujo, y todo por culpa de la Ley de la oferta y la demanda. Así son las cosas.
Muy buen artículo y buenísimas fotos. Es un claro ejemplo de que la vivienda es un activo financiero como lo son las acciones de bolsa. Y la reacción de la gente es la misma cuando las acciones caen, en vez de vender cuando empiezan a caer limitando la pérdida, aguantan esperando mejores tiempos. Esto es una explicación muy estudiada del comportamiento psicológico de los individuos ante las pérdidas.
Un error muy común es tener un plan para entrar a comprar, pero no tener un plan para vender, solo cerrando esa posibilidad hasta que el precio de venta supere el de compra. El problema es que esto a veces puede tardar años, quizás toda la vida.
En Japón en los 80 tuvieron un boom donde pisos costaron 3.000.000 de Dólares. cayeron y ahora esos mismos pisos después de una recuperación se venden por 1.000.000 de dólares. El país lleva congelado por ese dramático ajuste 20 años y a ver cuando recuperan el precio para igualar los 3.000.000 de dólares de los años 80.
Viendo que en España la gente joven literalmente está huyendo del país, veo un futuro muy negro para lograr ver los precios de hace 5 años. Ojalá me equivoque, pero yo estimo que entre lo que va a tardar España en recuperarse, el problema demográfico, el stock de viviendas libres, etc… mínimo otros 20 años. Para igualar los precios.
Pero bueno, yo no soy economista, no tengo ni idea, solo me limito a observar desde la barrera.
Vividor, muchas gracias por tu punto de vista.
Estoy de acuerdo contigo en que una vivienda es un activo financiero como la bolsa, pero sólo en un caso: cuando la vivienda se adquiere como inversión y NO cuando la vivienda está destinada a vivir en ella.
Digamos que «tu primera vivienda NO es una inversión». En ese caso, las reglas cambian: ¿qué mas me da que si mi casa sube o baja si la quiero para vivir en ella? Creo que esto da para otro post :-)
Lamentablemente, el destino que uno haga con la vivienda no cambia las cosas. Porque aunque vayas a vivir en ella, y no hacer negocio con ella, si te toca comprar en burbuja vas a pagar igual.
El drama es que la vivienda está en el mercado. Con esto que quiero decir:
Las acciones de una empresa son partes de una empresa. Lo lógico sería que comprases esa parte porque quieres ser accionista de esa empresa, parte de esa empresa, para siempre. Sin embargo, las acciones del mercado secundario cambian de manos en segundos. Todo el volumen de negocio es especulación, a nadie le importa si la empresa lo hace bien o mal, lo que le importa es cuanta tajada puede hacer prediciendo el comportamiento del mercado sobre esa acción.
En España sobran muchísimas viviendas, y mucha gente tiene varias viviendas. Y aún así, el mercado todavía mantiene precios muy altos para el poder adquisitivo de la gente (gente que la quiere para vivir).
En tu artículo mencionas que el mercado (gente, particular, banco, etc…) tienen la opción de aguantar sin vender para esperar que amaine… ficticiamente manteniendo los precios más altos de los que la cruda realidad dicta.
Lo mismo creo que está pasando ahora, artificialmente los precios siguen altos en España, sobretodo por la cantidad de vivienda vacía y la poca demanda y el panorama futuro.
Pero yo soy de los que piensan que luchar contra el mercado, la realidad, es inútil, y más dura será la caída.
(Yo soy defensor del libre mercado, y el único país que ha seguido las leyes del mercado ha sido Islandia, con un verdadero varapalo económico para todo el país, En Europa estamos imprimiendo billetes esperando a que amaine)
Gracias vividor, de nuevo, por tu punto de vista ;-)
Un abrazo,
cerrar los edificios? que se den con un canto si no aparecen hordas de okupas y lo invaden todo,que por otra parte les estaria bien empleado por avariciosos.
David, no te falta razón ;-)