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Comunidad de Madrid, Criptoactivos, Criptomonedas, EBay, impuestos, IVTM, Metaverso, paraísos fiscales, Uttopion, Wallapop
El pasado miércoles asistí a mi cita mensual en Capital Radio para hablar de paraísos fiscales, en su concepción clásica, pero también sobre nuevas lagunas en las políticas fiscales originadas por la tecnología.
Todo ello surgía al hilo de esta noticia: “Hacienda pone bajo la lupa la inversión en criptomonedas». La Agencia Tributaria quiere reforzar el control fiscal sobre el mercado de criptodivisas exigiendo obligaciones de información para evitar prácticas que pueden considerarse un paraíso fiscal.
Pero, ¿qué es un paraíso fiscal?
Un paraíso fiscal, en su definición formal, es una zona geográfica, normalmente un Estado o una parte de él, cuyo régimen tributario impone unas cargas fiscales mucho más bajas en comparación al resto del mundo.
Como europeos y como contribuyentes en España, tenemos que cotizar por nuestros ingresos en función de su volumen. Dichos ingresos pueden tener un origen muy distinto: desde rendimientos del trabajo, actividades económicas, herencias, donaciones, etc. Todo se grava con sus correspondientes tasas.
¿Pero qué pasa con las criptomonedas?
Desde un punto de vista fiscal, tenemos dos opciones:
Opción 1: Declarar las plusvalías.
Las plusvalías obtenidas por compraventa de criptodivisas, pueden ser devueltas a una cuenta bancaria en España, en cuyo caso serán detectadas por Hacienda y como cualquier otra ganancia patrimonial, tendremos que pagar el tipo impositivo correspondiente. Actualmente dicho tipo varía entre el 19 y el 26% en función del volumen.
Se estima que más de 4 millones de españoles invierten en criptoactivos. Curiosamente, el 41,4% de ellos considera que no tendrá que pagar ningún tipo de impuesto por lo que gane con sus criptoactivos y el 28,4% reconoce que no sabe si debe incluirlo o no en su declaración de la renta.
Opción 2: Gastar las plusvalías obtenidas directamente desde el Exchange
Las plusvalías que obtengo por mis inversiones en criptoactivos, pueden quedar en una cuenta en € dentro del Exchange (mi gestor de criptodivisas), a la que puedo asociar una tarjeta de crédito que me permitirá pagar en cualquier establecimiento online/offline.
A nivel legislativo, se contempla que las empresas que gestionen criptoactivos deban informar sobre ello a las autoridades. Así lo establece la Ley 11/2021 de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, en la que «se introduce una obligación de suministro de información sobre los saldos que mantienen los y las titulares de monedas virtuales«.
Pero, los principales exchanges de criptomonedas no tienen sede en España ni acuerdos de colaboración con la Agencia Tributaria. Por ejemplo, Binance, la plataforma de intercambio de criptoactivos con mayor volumen del mundo, fue fundada originalmente en China, pero ha pasado por Japón, por Taiwan, y ahora mismo es difícil saber dónde está su sede. Crypto.com, otra de las grandes plataformas mundiales, tiene directamente su sede en Islas Cayman.
Por tanto, es muy difícil que estas empresas colaboren, por lo que las ganancias obtenidas quedarían fuera del circuito de información habitual de la Agencia Tributaria. No hace falta tener cuentas en Suiza, en Andorra o en las Islas Caimán. Podemos tener un pequeño paraíso fiscal sin salir de nuestra casa.
¿Qué otros paraísos fiscales “para pobres” existen?
1.- Paypal
Paypal permite cobrar por servicios o venta de productos y el dinero recibido podemos almacenarlo en un monedero virtual con el que pagar futuras compras. De esta manera, el dinero quedaría fuera del circuito oficial.
2.- Wallapop
En 2017 ya surgió la noticia de que el Ministro Montoro quería que se pagara impuestos por las ventas en Wallapop o eBay.
Cristóbal Montoro afirmaba que la compraventa de productos de segunda mano entre particulares a través de plataformas deberían estar sujetas a tributación, al igual que el resto de transacciones comerciales. «El comercio online no puede ser diferente de lo que han sido las transacciones comerciales normales»
La compraventa de productos de segunda mano a través de plataformas como Wallapop o eBay queda así gravada por el impuesto de transmisiones patrimoniales y, en caso de que haya plusvalía, tendría que computar en el IRPF. Me atrevería a decir que muy pocas personas lo tienen en cuenta y por tanto también podríamos considerar a estas plataformas un mini-paraíso fiscal en sí mismas.
3.- La Comunidad de Madrid
El pasado año, la OCDE acusaba a Madrid de ser un «paraíso fiscal interno» que atrae a determinados contribuyentes por sus bajos impuestos.
Según la OCDE, las personas con dinero se trasladan a Madrid tras la reintroducción del impuesto sobre el patrimonio en 2011, siendo Madrid un paraíso fiscal interno con un tipo impositivo del 0%, y con bonificación del 99% en impuesto de Sucesiones.
4.- Municipios de Madrid
Una versión más casera de lo que supone la Comunidad de Madrid frente al resto de España, sería la que están llevando a cabo ocho municipios de la provincia de Madrid, catalogados como «paraísos fiscales» de coches en el IVTM (Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica).
Si un coche medio paga en Madrid capital 59 euros por dicho impuesto, en la localidad de Patones solo paga 8,50 euros. Patones tiene matriculados más de 6500 turismos para un total de 540 residentes, unos doce turismos por persona.
Lo mismo ocurre en Robledo de Chavela, de 4.001 habitantes, con más de 42.000 turismos.
Para las empresas de renting o de gestión de flotas, supone un gran ahorro domiciliar sus vehículos en estos pueblos y para los ayuntamientos representaría una importante fuente de ingresos adicionales para su presupuesto municipal.
5.- Operaciones en el metaverso
Hace unos días leíamos la noticia de que Uttopion, el primer metaverso made-in-Spain, comercializa terrenos y casas entre 2.000 y 20.000€. Así que podríamos aventurarnos a comprar un terreno, construir sobre él algún tipo de activo digital y posteriormente alquilarlo o venderlo. Las plusvalías generadas podrían ser reinvertidas en otros bienes y servicios dentro del metaverso o podríamos comprar productos físicos a través de la tienda oficial de una marca con sede en el metaverso.
Un poco de sentido común
Para acabar me gustaría decir que a nadie le gusta pagar impuestos y menos cuando saltan noticias relacionadas con políticos corruptos, comisionistas, malas prácticas y ratas de cloaca de todo tipo. Pero no podemos olvidar que somos una de las sociedades con más calidad de vida del mundo, con un sistema sanitario envidiable y centros educativos y universidades públicas de reputación mundial. Somos lo que somos por lo que hemos aportado entre todos.
El programa completo está disponible aquí. Mi intervención a partir del minuto 9.