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Beatriz Pérez Otín, consumo, COPE, La Noche, Medio ambiente, Modelos de suscripción, tendencias consumo
La pasada madrugada intervine en el programa La Noche de Beatriz Pérez Otín en COPE para comentar la popularización de los modelos de suscripción que sustituyen a la adquisición de bienes. Nos encontramos en un momento en el que las generaciones más jóvenes (especialmente los Centenials) se están educando en la cultura del desapego: en lugar de posesión prefieren vivir la experiencia.
El uso temporal de un producto en lugar de su adquisición se inició con el fin del coleccionismo, un concepto propio de épocas en las que era difícil acumular objetos y en las que, por supuesto, no existía el low-cost. Hace tres o cuatro décadas, una estantería con libros o con discos definía nuestra personalidad. Las generaciones actuales no poseen libros, discos u otro tipo de objetos, sino que muestran sus preferencias desde escaparates virtuales como Instagram o TikTok. También tiene que ver con este fin de la tenencia física el hecho de que los espacios en los que vivimos sean cada vez más pequeños y la popularización del nomadismo (estudiantes que cambian de universidad o profesionales nómadas digitales).
El salto a modelos de suscripción también tiene connotaciones medioambientales. Hay una máxima indiscutible que dice que “lo que menos contamina es lo que no se fabrica”. Los modelos de compartición de vehículos (car sharing o car pooling) implican una necesidad menor de fabricar coches. En el caso de la música, la práctica desaparición de los soportes físicos (CDs, vinilos) tiene importantes beneficios medioambientales al suprimir la fabricación y procesado de grandes cantidades de plástico. Aunque también hay un pequeño lugar para el romanticismo: el fenómeno fan, tan propio de la música, sigue arrastrando pequeñas comunidades de románticos que adquieren ediciones limitadas, copias especiales, etc. Es algo que no solo no ha desaparecido, sino que las bandas de música explotan cada vez más.
Los modelos de suscripción se han ido extendiendo desde ámbitos como la música hasta sectores de actividad de lo más variado. Beatriz comentaba el caso de la startup Tecfys que ofrece tecnología e incluso electrodomésticos bajo suscripción, siguiendo un modelo similar al de las impresoras en el que se paga por hoja impresa.
¿Qué connotaciones tiene este cambio en las tendencias de consumo para las empresas? ¿Seguiremos viendo estrategias de obsolescencia programada, cuando bajo los modelos de suscripción es mejor disponer de productos con la mayor durabilidad posible?
Sin duda, los modelos de suscripción obligarán a fabricar menos cantidad de producto pero, a cambio, las empresas tendrán otras ventajas: reducción de costes al reducir o incluso eliminar la fabricación (como el caso de la música, los libros o el audiovisual), integración de servicios que pueden facturarse adicionalmente (como las revisiones, seguros, cambio de piezas, etc en el renting de vehículos), facilidad para sanear los balances financieros y mejor previsión de la demanda (se cobra todos los meses y no hay dependencia de la estacionalidad) o la eliminación de intermediarios al operar directamente con el cliente a través de plataformas de e-commerce.
El programa completo está disponible aquí. Mi intervención a partir del minuto 17.