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Ciudadanos, Daniel Lacalle, Economía, Esperanza Aguirre, Juan Torres, Luis Garicano, Podemos, política, PP, Sociología, Varoufakis, Vicenç Navarro
Como estudiante de ingeniería, aprendí que la ciencia tiene poco margen para la interpretación. El resultado obtenido es blanco o negro, 0 o 1, positivo o negativo.
La economía tiene en mi opinión, menos de ciencia exacta y más de sociología. Sin ir más lejos, los gráficos bursátiles reflejan el “sentimiento de mercado”, algo completamente subjetivo. La interpretación que los economistas hacen de la bolsa o las respuestas que dan a grandes cuestiones como qué originó la crisis o cómo podemos salir de ella, son completamente alejadas según a quién preguntes. Y esto es porque la economía se siguió alejando de la ciencia e incluso de la sociología, para iniciar una relación cada vez más íntima con la política, “la ciencia más interpretable y menos ciencia” que existe.
Unir política y economía está de moda. Todos los grandes partidos fichan a economistas-estrella afines a sus ideales para diseñar sus programas. Me queda la duda de qué fue antes: el huevo o la gallina, el ideario del partido o el sesgo del economista. Varoufakis se ha convertido en el fichaje de moda en Europa. En España también hemos vivido los fichajes de economistas-estrella por parte de los grupos políticos: Podemos, Ciudadanos y hasta el PP de Esperanza Aguirre.
Si la política en Europa y en particular en España, ya estaba liada de por sí, no sé si la incorporación de economistas al juego va a solventar algo o va a complicarlo aún más. Veremos.