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Bachillerato, Ciencias o Letras, Ciencias Y Letras, estudios, universidad
Después el parón del verano, he vuelto a mi colaboración mensual en el programa Afterwork de Capital Radio. En esta ocasión hablamos sobre la conveniencia de estudiar Ciencias o Letras en un momento como el actual, en el que las cifras de paro juvenil siguen siendo muy elevadas.
Salvo aquellos chavales que tienen una vocación clara, que en muchos casos suele coincidir con la herencia familiar (médicos, abogados, arquitectos, etc), lo habitual es que tengan un montón de preguntas al acabar el bachillerato: ¿Qué sería lo mejor para mi futuro? ¿Qué carreras tienen más salidas? ¿Con qué estudios puedo encontrar trabajo e independizarme? En definitiva: ¿elijo Ciencias o Letras?
Empezamos hablando del caso de Gabriel Plaza, el estudiante con mejores notas en la EvAU de junio. Obtuvo un 9,964. Una notaza extraordinaria para un expediente en el que prácticamente todo eran dieces. El bueno de Gabriel apareció en varios medios y ante la pregunta de qué pensaba estudiar, respondió que Filología Clásica. En apenas 48 horas, las redes explotaban con decenas de comentarios muy duros sobre la decisión de Gabriel: “Vaya mierda de carrera” “Luego nos quejamos de la precariedad”. El pobre tuvo un ataque de ansiedad y cerró sus cuentas. Daba la impresión de que los chicos listos solo pueden estudiar ciencias. ¿Realmente es así?
¿Qué estudian los jóvenes?
En el año 2021, los recién llegados a la Universidad Pública se decantaron por Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades en un 45%, seguidos de Ciencias de la Salud (24,3%), TEM —acrónimo de Tecnología, Ingeniería y Matemáticas— (18%) y Artes (12,7%). Los datos son más extremos en las universidades privadas: Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades (55,7%), Ciencias de la Salud (27,7%), TEM (10,5%) y Artes (6,1%).
Como complemento a estos datos, sorprende la diferenciación por sexo: Humanidades (60% de mujeres), Biosanitario (50% de mujeres), TEM (23% mujeres) y Artes (73% mujeres). Podríamos decir que aplica el dicho popular “los hombres prefieren trabajar con cosas y las mujeres con personas”.
Pero comparemos estos datos con lo que se está demandando en el mercado laboral.
¿Qué demanda el mercado?
Los puestos más demandados en 2022 está copados por perfiles tecnológicos: experto en ciberseguridad, análista de datos (big data), desarrolladores de aplicaciones, administradores de tecnología en la nube, expertos en blockchain, profesionales de marketing digital, diseñadores de interacción, etc.
Entre los perfiles no tecnológicos, destacan los profesionales de ventas y desarrollo de negocio, personal sanitario y servicio a cliente (customer experience).
Hay otros perfiles muy demandados pero que no exigen titulación universitaria, sino formación profesional: conductores (¡uno de cada 3 conductores se jubilarán en 5 años!), carretilleros, técnicos de mantenimiento y operarios eléctricos y mecánicos. Estos datos darían para otro debate: la conveniencia de sustituir parte de la formación universitaria por formación profesional especializada.
La conclusión es clara: existe un enorme descuadre entre lo que demanda el mercado y lo que estudian los chavales en la universidad.
El gran problema.
La mayor demanda en el mercado actual y en el de los próximos años es y seguirá siendo de disciplinas TEM (Tecnología, Ingeniería y matemáticas)
Pero este tipo de estudios genera bajo interés por parte de los jóvenes (solo el 18% en universidad pública y el 10,5% en universidades privadas), tienen la mayor brecha de género (solo un 23% de mujeres) y una tasa de abandono de un 50% en los 3 primeros años.
Somos una sociedad digital.
Que se soliciten muchos perfiles TEM es consecuencia de que nos hemos convertido en una sociedad digital. Además, como usuarios de tecnología pedimos que la sea cada vez más amigable, más humana, más cercana, más fácil de usar por parte de cualquier persona (especialmente personas mayores, niños, etc). Hablamos de humanismo tecnológico, economías digitales para las personas, economía colaborativa, etc
Por eso, con las titulaciones TEM tradicionales no tenemos suficiente como para cubrir el mercado laboral que viene. Las profesiones con más futuro serán aquellas que combinen correctamente la tecnología con las humanidades. Es decir, cada vez tiene menos sentido hablar de “ciencias O letras” sino que los nuevos profesionales con más éxito en el mercado laboral tendrán que especializarse con perfiles híbridos de tecnología y humanidades.
Lo correcto, por tanto, sería decir que los nuevos universitarios tienen que estudiar “ciencias Y letras”, en lugar de “ciencias O letras”.
Algunos ejemplos.
Son múltiples las combinaciones que nos aportan un perfil híbrido. Me gustaría dejar claro que no se trata de que seamos ingenieros y psicólogos o matemáticos y filósofos (aunque sería lo ideal) sino de que complementemos correctamente nuestra carrera universitaria.
Veamos algunos ejemplos.
- Ciencias del comportamiento (Humanidades, Filosofía, Sociología, Psicología) más especialización en tecnología digital: Experiencia de Usuario (UX), Marketing Digital, Modelos de negocio digitales, etc.
- Bellas Artes o Diseño más especialización en programación y experiencia de usuario. Serían los estudios indicados para cubrir la gran demanda de especialistas en diseño de productos y servicios digitales.
- Periodismo más especialización en Marketing Digital, Branded Content o Posicionamiento en Buscadores (SEO)
- Ingeniería más especialización en Filosofía o Historia del Pensamiento: es la combinación ideal para el diseño de nuevos servicios más humanos y usables.
- Matemáticas más técnicas de creatividad: de nuevo, una combinación ideal para la creación de algoritmos de big data que puedan solucionar problemas y casuísticas que en muchos casos no sabemos que tenemos.
Creo que es un tema apasionante y en el que habrá muchos puntos de vista: los propios chavales, los profesores de universidad y las empresas que demandarán los servicios de estos chicos cuando salgan al mercado en unos años.
Como siempre, el programa completo «Ciencias Y Letras» estará disponible durante unos días aquí. Mi intervención a partir del minuto 9.