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componentes, durabilidad, informática, Obsolescencia programada, ordenadores
Obsolescencia programada: estrategia comercial mediante la cual se programa la vida útil de un producto para que transcurrido un período de tiempo calculado de antemano durante su diseño, el producto se torne obsoleto, no funcional o inservible.
Durabilidad: estrategia comercial mediante la cual se alarga al máximo la vida útil de un producto, gracias a su diseño basado en estándares, facilidad de intercambio de piezas y correcta documentación de sus componentes.
Uno de los ordenadores que tenemos en El Equipo E, murió hace unos días. Fuimos a un servicio técnico oficial donde nos diagnosticaron que debíamos cambiar la tarjeta gráfica y la placa base. Total, 800 Eur. El mismo técnico nos dijo que era mejor que lo tiráramos y compráramos otro.
La verdad es que nos daba mucho coraje tirarlo sin más, (no hablaré de marcas para no herir sensibilidades) porque lo más seguro es que el equipo acabara en algún basurero tecnológico africano, rodeado de toneladas de basura del primer mundo, cuando probablemente la reparación sería sencilla.
Unos días después hablamos con unos técnicos especializados en reparación de ordenadores, de esos que ya casi no quedan. Charlando con ellos nos daban algunos datos preocupantes.
Los fabricantes de ordenadores no quieren reparar sus equipos. Se limitan, a lo sumo, a cambiar algunas piezas pero jamás cambian componentes. Además, los precios de los repuestos son realmente altos, animando a que el equipo se deseche y se adquiera un nuevo.
Y el dato que más me escandalizó: los componentes de las tarjetas no se venden sueltos, no se etiquetan o se utilizan nomenclaturas propias que no están documentadas, de tal forma que si un técnico quiere sustituir un componente, no sabe por cuál lo tiene que cambiar. Aunque el fallo sea de un componente de unos pocos céntimos, hay que sustituir la tarjeta entera porque el fabricante no te permite identificar el componente que está fallando.
La estrategia de los fabricantes está clara: los componentes de las tarjetas (cuyo coste es ínfimo) no se etiquetan, por lo que se anima a cambiar tarjetas enteras. Las tarjetas a su vez, tienen un precio de venta elevado para animar a desechar el equipo y adquirir uno nuevo. Si tu equipo tiene 3 años y falla, ¡tíralo!.
¿Progreso o avaricia? Para mi está claro: esta es otra forma más de obsolescencia programada contra la que luchar.
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