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Ayer por la mañana asistí como invitado al programa de ABC Punto Radio «Pensamiento Positivo» de Sergio Fernández. Todo empezó cuando contacté con Sergio hace unas semanas porque me apetecía regalarle una copia de mi libro «Todos somos vendedores«, en el que para introducir el capítulo final incluí una cita de Sergio, concretamente de su libro más conocido «Vivir sin jefe«. Sergio me invitó a pasarme por el programa y allí me planté.

Además hubo sorpresa. No sabía que el programa de ayer estaba dedicado al emprendimiento, un tema que me gusta especialmente y además el invitado principal era Alejandro Suarez Sánchez-Ocaña, autor del conocido libro «Desnudando a Google» pero también de «Ha llegado la hora de montar tu empresa«. Por éste último era por el que acudía al programa. Yo conocía a Alejandro porque nos presentó un amigo común y asistí a su loca fiesta de presentación de «Desnudando a Google» en Pacha. Así que fue una suerte coincidir de nuevo con él.

La hora de duración del programa se me pasó volando, escuchando, aprendiendo y disfrutando un montón de la maestría con la que Sergio dirige el programa. Y también me entusiasmo la energía y el buen rollo que desprende su equipo (Alberto, Mónica,…) Creo que esa energía se capta en parte por la radio, pero vivirla en persona fue una suerte.

No voy a hablar del contenido del programa, porque si te interesa, podrás verlo en unos días en su web (se grabó en vídeo y cuelgan todos sus programas). Alejandro estuvo genial y dio algunos consejos muy interesantes para que cambiemos el chip, nos olvidemos de la actitud derrotista del «yo no puedo» y nos lancemos a tomar las riendas de nuestras vidas, algo que va mucho más allá del concepto «emprender una empresa«.

Al acabar el programa hicimos foto de familia y nos tiramos una hora y pico hablando fuera de antena. Cuando tienes la suerte de poder disfrutar de una charla informal con personas como Sergio o Alejandro, los minutos pasan que es un gusto.

Balance de la mañana: me llené los bolsillos de buenas ideas pero sobre todo me llevé un montón de buen rollo y volví a casa con energías renovadas para seguir creando mi camino. ¿Se puede pedir más a un sábado por la mañana? Lo dudo :-)