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El pasado jueves tuvo lugar mi colaboración mensual en Capital Radio en el programa #Afterwork de Eduardo Castillo. En esta ocasión tratamos el tema “Cinco singularidades que podemos aprender de las startups”. Lo tenía fresco porque hacía unos días que había hablado sobre ello en mi ponencia del Sage Summit.

Esto fue lo que hablamos de forma resumida, aunque como siempre, el programa completo estará disponible durante unos días aquí.

1.- Capacidad para analizar y modificar modelos de negocio

Hace 100 años si montabas un buen negocio, tenías éxito durante décadas. Hoy en día, si montas un buen negocio, tendrás competencia en 6 meses. Los ciclos de éxito son tan cortos que obligan a las empresas a una constante renovación. Por ello es tan importante el análisis detallado de la lógica que define un negocio, ya que alterando alguna de sus partes podemos reinventarlo completamente.

Se define “modelo de negocio” como el sistema para proporcionar valor a un determinado colectivo de clientes y generar ingresos. Es una temática que se ha hecho muy conocida gracias al libro de Osterwalder “Generación de modelos de negocio”. En mi último libro “Intraemprendedores” propongo una representación simplificada de su famoso canvas.

2.- Organización orientada a las ventas

Una startup sabe que tiene que enfocarse en las ventas, porque sin ventas no hay empresas. Ya no vale con aquello de que los comerciales se encargan de vender, sino que toda la organización tiene que tener una sensibilidad especial hacia las ventas.

Las ventas son la piedra angular de cualquier empresa. Podríamos decir que más importante que la calidad de un producto, es el sistema para comercializarlo.

3.- Obsesión por el cliente satisfecho

Decíamos en el punto anterior que sin ventas no hay empresas y por extensión, sin clientes no hay ventas. Los clientes son la razón principal por la que existen las empresas. Quien tiene un cliente, tiene un tesoro.

El conocimiento profundo de nuestros clientes nos dará una ventaja competitiva muy importante. Hay empresas que ni siquiera saben por qué les compran sus clientes. Ese desconocimiento les irá alejando poco a poco de la realidad del mercado y será el principio del fin.

4.- Asimilación de la economía digital

Ningún proyecto empresarial que se inicie en la actualidad puede nacer huérfano de su componente digital, sea del sector que sea. La economía digital representa un porcentaje elevadísimo del mercado global y no podemos ser ajenos a su influencia.

Muchos asocian la transformación digital a abrir una cuenta de la empresa en Twitter, a la que por cierto, no suelen hacer ni caso. La asimilación digital tiene implicaciones mucho más profundas que afectan a la empresa a todos sus niveles: digitalización de la información para facilitar su acceso y circulación, convergencia del negocio tradicional con los avances tecnológicos, construcción de marca y notoriedad mediante activos digitales, apertura a nuevas formas de investigación de mercados y captación de leads, obsesión por la experiencia de compra independientemente del ámbito o el canal elegido, etc…

5.- Diferenciación

Vivimos tiempos de copy / paste. Es difícil conseguir contenidos e ideas originales. Por eso es que tenemos una gran oportunidad para diferenciarnos. Mi propuesta es huir de la batalla por ser los más baratos y buscar la diferenciación en el diseño, entendido en su faceta más amplia: tanto a nivel funcional (que la experiencia de uso sea apasionante) y a nivel visual (la belleza como valor universal).

 

NOTA: Si te interesa el tema, echa un vistazo a mi último libro “Intraemprendedores. Reinventa tu empresa con espíritu startup”, editado por Libros de Cabecera e introducción del periodista deportivo Antonio Lobato.